En Costa Rica los pípridos como familia se encuentran distribuidos en todo el país; sin embargo, a nivel de especies la mayoría ocupan una u otra de las vertientes pacífica y caribe, o en mayor grado alguna de ellas. Los saltarines gorgiblanco (Corapipo altera) y el saltarín cabecirrojo (Ceratopipra mentalis) tienen una distribución geográfica más amplia y abarcan ambas vertientes. El toledo coludo (Chiroxiphia lanceolata) tiene una distribución reducida, muy restringida, ya que está muy localizado en el Pacífico Sur, cerca de la frontera con Panamá. Su congénere el toledo Chiroxiphia linearis se distribuye en los bosques riparios de la Península de Nicoya y parte del Valle Central. Las dos especies de saltarines del género Manacus están separados biogeográficamente, uno en la vertiente Caribe y otro en la vertiente Pacífica. El saltarín coroniazul (Lepidothrix velutina) es exclusivo de la vertiente pacífica.
En Costa Rica todas las especies de pípridos son residentes (viven en el país todo el año y se reproducen en territorio nacional). Se distribuyen principalmente en tierras bajas y bajas medias como al pie de las montañas. Hasta la fecha no sobrepasan los 1500 metros de altitud.