Plantas

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Caracterización de la flora

A diferencia de otros ecosistemas de menor altitud, los páramos se componen en su mayor parte por especies de tipo herbáceo y arbustivo. Las plantas adquieren formas de crecimiento típicas de este ecosistema. Son adaptaciones para protegerse de las temperaturas extremas, el viento, la alta radiación ultravioleta y la desecación. Los bambúes enanos del género Chusquea, en especial C. subtessellata y las macollas y plantas cespitosas de las familias Poaceae y Cyperaceae son las formas de crecimiento más abundantes, entre las que se pueden mencionar Cortaderia hapalotricha, Festuca tolucensis, Muhlenbergia flabellata, Carex donnell-smithii, Carex bonplandii y Rhynchospora schiedeana. Le siguen las rosetas, entre ellas se encuentran Paepalanthus costaricensis, Luzula denticulata, Valeriana pulchella y Puya dasylirioides.

Otra forma característica son las plantas en forma de cojín de forma convexa o hemisférica que se encuentran en varias familias, se pueden mencionar Oreobolus goeppingeri, Paepalanthus pilosus y Azorella aretioides , son comunes en sitios húmedos. Existen arbustos y sufrútices enanos y rastreros, entre los que se encuentran especies de los géneros Pernettya, Arcytophyllum, Westoniella, Lepidium y Chaetolepis, este tipo de plantas se encuentran principalmente en los sitios rocosos.

Las hierbas geófitas son plantas que sobreviven a las épocas secas y a los incendios por la presencia de órganos subterráneos, tal es el caso de Acaena, Orthrosanthus chimboracensis y el helecho Ophioglossum crotalophoroides. Los arbustos micrófilos, de hojas brillantes y gruesas se encuentran en las familias Ericaceae, Rosaceae, Asteraceae y Myrtaceae entre otras. Las epífitas están representadas en su mayoría por especies de la familia Orchidaceae, con mayor abundancia en el género Epidendrum (12 especies), Telipogon (7), Camaridium (3) y la familia Bromeliaceae con solo una especie Werauhia ororiensis.

Un componente importante de la flora de los páramos son plantas que crecen sumergidas en las lagunas, riachuelos o en aguas someras, entre estas se pueden mencionar especies de los géneros Ranunculus, Alchemilla y Xyris, y especies como Isoetes storkii, Crassula aquatica, Callitriche heterophylla, Montia fontana, Limosella aquatica y Calandrinia acaulis.

Algunas especies como el caso del género Weinmannia, Quercus costaricensis, Persea obtusifolia y Schefflera rodriguesiana, en el páramo adquieren la forma arbustiva, mientras que en los aledaños bosques de robledal son árboles.

Riqueza de especies

En los páramos de Talamanca se ha registrado, hasta el momento, una riqueza de 531 especies de plantas vasculares, pertenecientes a 260 géneros y 92 familias. De esta riqueza total, 416 (78%) especies corresponden a plantas nativas con semillas, 81 (15%) a helechos nativos, 15 (3%) a licófitos nativos y 19 (4%) a especies introducidas (todas plantas con semillas).

Con relación a los hábitos de crecimiento un 75.7% (402 especies) corresponde a hierbas, un 22.8% (121) a arbustos y un 1,5% (8) a enredaderas y bejucos. Es importante destacar que un 10% del componente herbáceo (51 especies) corresponde a pastos (Poaceae) y un 1% (6 especies) a bambúes enanos del género Chusquea.

Entre las familias más diversas de plantas con semillas se encuentran: Asteraceae (65 especies), Poaceae (57), Orchidaceae (36), Cyperaceae (21), Rosaceae (19), Ericaceae (13), Apiaceae (10), y Rubiaceae (10).

En cuanto a helechos y licófitos, la familia más grande es Dryopteridaceae (24 especies), seguida de Polypodiaceae (21), Lycopodiaceae (14), Pteridaceae (13). A nivel de géneros el más grande es Elaphoglossum con 15 especies, seguido de Epidendrum (12), Alchemilla (10), Phlegmariurus (9), Rhynchospora (8), Agrostis (7), Carex (7) y Festuca (7).

Entre las especies más comunes o abundantes en el Páramo se encuentran: Chusquea subtessellata, Pernettya prostrata, Hypericum costaricense, Hypericum irazuense, Vaccinium consanguineum, Castilleja talamancensis, Ugni myricoides, Eryngium humile, Jamesonia scammaniae, Hesperomeles obtusifolia, Gnaphaliothamnus lavandulifolius, Linochilus rosmarinifolius, Comarostaphylis arbutoides, Phlegmariurus talamancanus, Calamagrostis intermedia, Lycopodium clavatum subsp. clavatum, Chaetolepis cufodontisii, Monticalia firmipes, Valeriana prionophylla, Acaena cylindristachya, Halenia aquilegiella, Alchemilla pectinata, Podagrostis bacillata, Cortaderia hapalotricha, Elaphoglossum furfuraceum, entre otras.

Distribución de la riqueza de especies (porcentaje), por diferentes grupos de plantas vasculares en los páramos de Talamanca.

Distribución de la riqueza de especies (porcentaje), por formas de crecimiento en los páramos de Talamanca.

Familias de plantas más diversas en los páramos de Talamanca

Familias de plantas más diversas en los páramos de Talamanca.

Géneros de plantas más diversos en los páramos de Talamanca

Géneros de plantas más diversos en los páramos de Talamanca.

Endemismo

En general los páramos se caracterizan por un alto endemismo originado por el aislamiento que tienen las diferentes localidades con este tipo de vegetación. En los páramos de Talamanca (incluyendo Costa Rica y Panamá) se encuentran 38 especies de plantas que son endémicas o exclusivas de este ecosistema, lo que representa un 7% del total de especies registradas. Cinco especies son helechos, dos de licófitos, mientras que 31 son plantas con semillas. Entre estas especies endémicas están: Chusquea amistadensis, Elaphoglossum nanum, Festuca talamancensis, Gentiana bicentenaria, Iltisia echandiensis, Iltisia repens, Muhlenbergia flabellata, Myrrhidendron chirripoense, Phlegmariurus talamancanus, Polystichum talamancanum, Selloa breviligulata, Senecio hansweberi, Senecio kuhbieri, Stevia westonii, Talamancaster sakiranus, Westoniella barqueroana, W. chirripoensis, W. kohkemperi y W. triunguifolia.

También se encuentra otro componente de plantas que son endémicas de Costa Rica y Panamá y que se presentan en los páramos, pero que no se encuentran exclusivamente en este ecosistema, sino que su ámbito de distribución alcanza altitudes menores de los 3000 msnm. Este grupo lo componen 86 especies (16%). De las cuales siete son helechos, una es un licófito y 79 son plantas con semillas.

Entre estas especies endémicas nacionales o regionales, pero no exclusivas del páramo están: Centropogon talamancensis, Chaetolepis cufodontisii,

Elaphoglossum fournierianum, Epidendrum chirripoënse, Geranium costaricense, Hieracium sphagnicola, Hypericum irazuense, Isoetes storkii, Laestadia costaricensis, Monochaetum amistadense, Paepalanthus costaricensis, Peperomia paramuna, Polypodium macrolepis, Puya dasylirioides, Quercus costaricensis, Ribes costaricense, Senecio costaricensis, Telipogon costaricensis.

Por tanto, si consideramos todas las especies endémicas de Costa Rica y Panamá, presentes en los páramos (exclusivas y no exclusivas de este ecosistema), el componente endémico regional de los páramos de Talamanca, alcanza un total de 124 especies, para un porcentaje del 23.4%. Lo anterior es importante si se toma en cuenta el reducido tamaño de los páramos de la cordillera de Talamanca que alcanza unos 152 km2.

La familia Asteraceae es la que contiene mayor número de especies endémicas (36 especies), seguida por Orchidaceae (17) y Poaceae (11). Se destaca el género Epidendrum con ocho especies, Westoniella y Telipogon con 5 especies cada uno y Ageratina, Senecio y Chusquea.

Cabe destacar que a finales del año 2021 se publicaron tres nuevas especies endémicas del páramo, Gentiana bicentenaria, Gaultheria paramicola y Vaccinium reptans.

Estado del Conocimiento

El inventario de plantas vasculares en el ecosistema de Páramos de Talamanca es muy aceptable y está muy avanzado, producto de 8074 registros recopilados (colecciones de herbario). Se estima que las especies registradas (531), representan un 89% de las esperadas (599) para esta región (según estimador de riqueza Chao-1).

Del total de especies, solo un 26.6% presenta información muy escasa, con uno o dos registros. Los futuros esfuerzos de recolecta deben tratar de ampliar la información de estas especies poco registradas y de las aún no reportadas en el páramo, pero a la vez dar un seguimiento sobre la presencia y continuidad de todas las especies registradas hasta el momento en este ecosistema.