“Costa Rica posee una alta riqueza de begonias, con 46 especies, lo cual representa un 44% de las especies de la región Mesoamericana y un 7% de las especies americanas.”
Costa Rica
Mesoamérica
América
Mundial
Begonia es un género megadiverso con más de 2000 especies, lo cual lo ubica como el sexto género de plantas con flores más diverso del mundo. Este género abarca prácticamente el 100% de las especies de la familia Begoniaceae, la cual comparte con el género monotípico Hillebrandia, con una única especie (H. sandwicensis, de las islas Hawai). Aunque probablemente el género surgió en África, la mayor diversidad se encuentra en América y Asia. En América, los países con mayor diversidad de begonias son Brasil (256 sp), México (129 sp), Colombia (90 sp) y Perú (87 sp).
Costa Rica, por su parte, también registra una alta diversidad de Begonias, con 46 especies nativas, lo cual equivale a un 42% de la riqueza que hay en la región Mesoamericana (105 sp). En relación con las especies presentes en el país y su abundancia o rareza, entre las especies más comunes están: Begonia conchifolia, B. convallariodora, B. estrellensis, B. glabra, B. hirsuta, B. involucrata, B. multinervia, B. oaxacana, B. plebeja, B. semiovata, B. sericoneura, B. torresii, B. udisilvestris y B. urophylla; y entre las más escasas o raras Begonia aguabuenensis, B. boreoharlingii, B. cebadillensis, B. guaduensis B. liesneri, B. mucronistipula, B. nelumbonifolia, B. subcostata, B. sukutensis y B. wilburii.
Especies distintivas
Entre las especies presentes en el país hay algunas con características muy particulares que las hacen únicas y distintivas de otras especies, tanto a nivel nacional como regional. Quizás el caso más destacado es Begonia heydei, la cual conforma por si sola una sección taxonómica exclusiva entre las begonias neotropicales (sect. Urniformia), muy distintiva por sus frutos carnosos, indehiscentes, con las alas transformadas en estructuras muy delgadas, cilíndricas y huecas, corniculiformes. Por otra parte, Begonia sukutensis, una especie endémica del país, es única en la región Mesoamericana por sus estructuras reproductoras (masculinas y femeninas) inusualmente pardas (típicamente amarillas en las demás especies o blancas en algunos pocos casos). Otro caso es Begonia wilburii (de Costa Rica y Panamá), única en Centroamérica por sus inflorescencias femeninas con flores solitarias.
A nivel nacional se distinguen claramente: Begonia aguabuenensis, B. conchifolia y B. nelumbonifolia por sus hojas peltadas (la primera además con un anillo de escamas laceradas justo debajo de la lámina); B. fischeri y B. glabra por sus distintivas semillas; B. ignea por producir glomérulos de bulbilos en las axilas de las hojas, que luego pueden convertirse en nuevos individuos; B. parviflora por su hábito arbustivo, muy robusto (hasta 3.3 m) y láminas foliares muy grandes (hasta 60 cm de ancho); B. quaternata por sus inflorescencias con los nudos inferiores 3-5 radiados; B. subcostata por sus anteras con un conectivo distintivamente alargado (atípico en el género), B. torresii y B. urticae por sus estructuras reproductivas blancas y B. tonduzii y B. urticae por sus flores con la corola totalmente roja y rosado magenta respectivamente (usualmente blancas o blanco-rosado en el resto de las especies).