FRAGMENTO DE LA EMBARCACIÓN

Con base en lo observado durante la inspección se pudo determinar que el material cultural hallado era de naturaleza histórica y que consistía en un fragmento de popa de una embarcación de madera. El fragmento mide 13,60 metros de largo por 5,59 metros de ancho y 67 centímetros de casco (Rojas et al. 2018:7).

Esquema de cuaderna

Esquema de cuaderna según sistema de la Junta de Constructores 1752 (tomado y adaptado de Hormaechea 2012:9).

A partir de la extrapolación de las medidas obtenidas, se considera que la embarcación medía unos 40 metros de eslora (largo) por unos 10 metros de manga (ancho) y al menos unos cuatro metros de puntal (alto), con un grosor de casco de unos 67 centímetros. Estas medidas lo ubicarían en la categoría de un barco de guerra, probablemente del tipo corbeta (Rojas et al. 2018:11), el cual fue muy popular en el siglo XVIII (Ricart y Giralt 1925:130; de Aranda 1999:34).

En el fragmento se identificaron inicialmente algunas piezas que pueden corresponder a sobreplanes, bularcamas u otras piezas transversales como curbas o mamparos (Navarro 1995:37, 38, 130, 132). Además, se observa muy claramente la presencia de varengas y genoles (Navarro 1995:128), y la ausencia entre ellos de choques (Felipe Cerezo, comunicación personal 2019). Otro de los elementos constructivos presentes en el fragmento son las piezas superiores o tablazón, estas corresponden al sollado o suelo de la bodega de la embarcación (Navarro 1995:39).

LA MADERA

Los análisis de la especie de madera evidenciaron que los maderos en custodia del SINAC son de la especie Larix decidua, conocida como alerce o European Larch y perteneciente a la familia de las Pináceas.

Análisis de madera

Proceso de análisis para la identificación de la especie de madera gracias a la colaboración del Tecnológico de Costa Rica
(Fotografía Colección MNCR, JC. Calleja).

Los análisis para la identificación de la especie de madera fueron realizados por el Dr. Róger Moya Roque de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC. El mismo consistió en la realización de un “corte microscópico de 12 a 15 micrómetros de espesor”, luego “la aplicación de tintes de safranina para resaltar la estructura anatómica” y posteriormente el “encolado de los cortes microscópicos en una lámina portaobjetos” (Moya 2019:1). En el laboratorio del TEC se realizaron observaciones de las características anatómicas, mediante los procedimientos que establece la Asociación Internacional de Anatomía de la Madera (Moya 2019:1).

Los análisis de la especie de madera evidenciaron que los maderos en custodia del SINAC son de la especie Larix decidua, conocida como alerce o European Larch y perteneciente a la familia de las Pináceas (Moya 2019:2). El alerce, es un árbol que crece de forma natural en los Alpes.

Proceso de recolección de la muestra

Proceso de recolección de la muestra para el análisis de identificación de la especie de madera
(Fotografía Colección MNCR, JC. Calleja).

DATACIÓN RADIOCARBÓNICA

Hay una mayor probabilidad de que la muestra de madera pertenezca al lapso de tiempo entre 1721 y 1818, es decir finales del siglo XVIII y principios del XIX.

El análisis de carbono 14 de una muestra de madera (Beta-509659), realizado con la finalidad de poder ubicar cronológicamente mejor los restos de la embarcación, presentó cuatro puntos de intersección lo que hace que esta no sea concluyente.

Sin embargo, sí muestra una mayor probabilidad de que la muestra pertenezca al lapso de tiempo entre 1721 y 1818, es decir finales del siglo XVIII y principios del XIX. Algunos elementos constructivos observados en los restos hallados en Manzanillo fueron incorporados a la construcción de embarcaciones en el periodo 1748-1795, tal como es el caso de las visiones de media junta (Navarro 1995:35).

Fechamiento radiométrico

Sumario del reporte del análisis del fechamiento radiométrico, sitio Pecio Manzanillo.

Visiones de media junta

Clavazón

Detalle de los clavos metálicos

Detalle de los clavos metálicos observados en el fragmento de la embarcación de madera hallado en Playa Manzanillo
(Fotografía Colección MNCR, JC. Sánchez).

Los resultados del estudio de metalografía para conocer la composición de la clavazón, aún no se encuentran disponibles, sin embargo, según lo esbozado por la conservadora Diana Arano del INAH, dichos análisis incluso podrían ubicar cronológicamente los clavos.

Conservación

La preservación in situ del patrimonio cultural subacuático deberá considerarse la opción prioritaria antes de autorizar o emprender actividades dirigidas a ese patrimonio.

Se valoraron varias opciones para la conservación de los restos del pecio. Una de ellas era movilizarlo y colocarlo en otro lugar, pero se desestimó debido al tamaño y a la poca maniobrabilidad que ofrecía la playa. Otra opción, era el volver el pecio a su ubicación original en el mar; sin embargo, el fuerte oleaje de la época impedía realizar dicha labor y lo mejor era esperar a que el mar estuviera con oleaje menos intenso. Esta opción, además, implicaba temas logísticos extra como: el contar con embarcaciones lo suficientemente fuertes para poder mover la estructura, la creación de anclajes que impidieran que la estructura fuese sacada del medio subacuático de nuevo por el oleaje, y una prospección subacuática que corroborara las versiones respecto a la ubicación en la que la estructura había sido observada mar adentro.

La opción que se consideró más viable fue la de sepultar el fragmento en la playa, ya que como indica la UNESCO (2013:24): se debe “promover la conservación in situ cuando y donde se pueda”, dicha acción además es congruente con el artículo 2 inciso 5 de la Ley 9500, en cuanto “La preservación in situ del patrimonio cultural subacuático deberá considerarse la opción prioritaria antes de autorizar o emprender actividades dirigidas a ese patrimonio”. La adopción de dicha opción es congruente con la Norma 1 de las “Normas concernientes a las actividades dirigidas al patrimonio cultural subacuático” (UNESCO 2013:20). Además, de responder a lo concerniente a lo referido en la Norma 24 respecto a la conservación preventiva y a “evitar o paliar el futuro deterioro o la pérdida de materiales u objetos” (UNESCO 2013:180).

Detalle del enterramiento del pecio

Detalle del enterramiento del pecio en la playa acorde a lo estipulado por la UNESCO y la Ley 9500
(Fotografía Colección MNCR, JC. Sánchez).