La Construcción del Cuartel “Bellavista” o “Buenavista”
La construcción del Cuartel “Buena Vista” o “Bellavista” inició en 1917 y estuvo relacionada con el fortalecimiento de la institución militar que promovió Federico Tinoco Granados, Ministro de Guerra y Marina del gobierno de Alfredo González Flores (1914-1917).
Luego de que Tinoco derrocó a González Flores en 1917, se aceleraron los trabajos de construcción del cuartel: se levantó la mayor parte de los muros externos y los torreones, se construyó el sector este y la parte inferior del sur y posiblemente el sector norte. En el noroeste se mantuvo la antigua casa de Mauro Fernández, que al inicio y por poco tiempo, sirvió como Primera Sección de Policía.
Después de la caída de Tinoco en 1919 la construcción del Cuartel se paralizó a partir de 1923. Los trabajos se reiniciaron en 1928 con la conclusión de los sectores oeste y sur del edificio y la demolición de gran parte de la casa de Don Mauro, de la cual solo se conservó hasta la actualidad, parte del muro de contención en el costado norte del edificio y del arco de entrada de la casa.
Al parecer, la continuación de la obra en la década de 1930 estuvo en manos de José María Barrantes, quien retomó los planos realizados por Salazar y los redibujó; sin embargo, no todo lo proyectado en la versión de los planos existentes de 1936 llegó a concluirse.
Los primeros pasos de la construcción los dio la Dirección de Empleados Militares, aunque fueron continuados por la Dirección de Obras Públicas de la Secretaría de Fomento, según el estudio de Christian Kandler sobre la historia del edificio. El plano del Cuartel más antiguo existente, donde se observan secciones construidas entre 1917 y 1919, está firmado por José Francisco Salazar, arquitecto nacido en San José en 1892, quien estudio en Estados Unidos arquitectura para regresar al país en 1914.
Los Túneles
Con los trabajos de remodelación que se realizaron en el Museo Nacional en el 2009 salieron a la luz una parte de la historia del Cuartel Bellavista que ha estado oculta por muchos años: los túneles del Cuartel. La Junta de Gobierno presidida por José Figueres Ferrer traspasó el Cuartel Bellavista al Museo Nacional después del “Cardonazo” en 1949. En ese proceso, previamente se demolieron los muros externos, el torreón suroeste y se bloquearon los túneles del edificio. Lo anterior con el objetivo de que la edificación en algún conflicto futuro no fuese usada como punto militar estratégico.
Existen varias referencias históricas sobre la existencia de los túneles: las provenientes de las personas que estuvieron relacionadas con el Cuartel Bellavista y la Guerra Civil de 1948, así como algunos planos antiguos donde se observa la distribución de los túneles dentro del patio interno del Museo.
A pesar de las referencias, será hasta julio del 2009, que como consecuencia de los trabajos de remodelación del edificio se halló una parte de los túneles, pues no sabía efectivamente cuánto de su estructura se había conservado. Ante la evidencia, el Departamento de Antropología e Historia del Museo realizó las excavaciones de los rasgos, se limpió el espacio central del túnel y sus paredes de ladrillo, se encontró un caño de unos 30 centímetros en la pared este del túnel, así como un garitón o recinto de unos 2 metros cuadrados, usado posiblemente como puesto de control, el cual estaba reseñado en un plano de la década de 1930. También se encontró parte de la culata de un rifle, botones, así como restos de un peine y de loza, entre otras evidencias.
El Uso del Edificio
Según el estudio de Christian Kandler el Cuartel Bellavista fue lugar de instrucción militar de los reclutas, a los cuales se pretendía formar en táctica, manejo de armas, disciplina y principios morales. También funcionaba como bodega de armas del ejército.
El edificio tuvo una distribución donde el principal espacio lo ocupaba los dormitorios de la tropa en al ala este (actual exhibición de arqueología). Al sur se tenían tres niveles; el superior donde estaban los dormitorios de los sargentos; el nivel del medio al cual se bajaba por unas gradas a las celdas, baños, sanitarios y la soda, así como a la entrada a uno de los túneles. Por último, el nivel inferior estaba la cocina. En el patio central del edificio existía un planché donde se realizaban ejercicios militares y hacia el norte había un jardín y una pila para lavar ropa.
Al oeste estaban las oficinas principales como la Comandancia, así como los dormitorios de los oficiales y al parecer la sastrería. Después, en el ala norte, se encontraban las bodegas de armas de uso cotidiano y en la esquina, a finales de la década de 1920, se incorporación al complejo del Cuartel, las casas que pasaron a ser del Primero y Segundo Comandante.
…Uno a veces tenía la guardia que entraba a las 7 a.m. y entregaba a las 7 p.m., nada más el tiempo que le daban era para almorzar o comer y tiempo para ir a la cafetería. De ahí se iba uno a acostar porque tenía que recibir a la 1 a.m.
… el cuido del Cuartel con sus fortines, cada fortín con su soldado, ahí tenía que estar de centinela dos horas y luego lo venían a relevar para que se fuera ahí, donde está la prevención, y llegaba a descansar porque en el fortín era una cosa muy pesada, tenía que estar uno parado dos horas, no se podía sentar, pero uno se acostumbraba a todo…
Víctor Masís, Soldado del Cuartel Bellavista en 1948.
Los Oficiales del Bellavista
Después de la Independencia de 1821 una de las estrategias claves para fortalecer el Estado fue concentrar el mando militar de las provincias en la capital josefina. Sin embargo, en las ciudades principales se mantuvieron o construyeron nuevos cuarteles y en los poblados más pequeños, los cabildos con escasos cuerpos policiales tenían estrechos recintos carcelarios usados como cárcel temporal.
Desde mediados del siglo XIX las fuerzas armadas tenían a la cabeza al Presidente y a su Estado Mayor, seguido por el grupo de oficiales (desde los generales hasta los sargentos segundos), después estaban los cabos y por último los soldados rasos. Los cuerpos principales del ejército eran la caballería, la artillería y la infantería.
A inicios del siglo XX, los principales cuarteles de San José eran el Bellavista y el de Artillería. Con una gran plaza al frente, el Cuartel de Artillería estaba ubicado donde está actualmente el Banco Central. A su alrededor se encontraban el antiguo Congreso, el Cuartel de Policía de San José y el Ministerio de Guerra y Marina.
Oficialidad del Cuartel Bellavista en 1920
TENIENTES CORONEL
Don Raúl Zeledón García,
Comandante 1°
Don Juan Gómez Pérez,
Comandante 2°
TENIENTE CORONEL
(Secretario)
Don Francisco Roldán Hidalgo
TENIENTE CORONEL
(Jefe de Semana)
Don Elías Ocampo Paniagua
COMANDANTES MAYORES
(Jefes de la semana)
Don Manuel Villalta
Don Dídimo Fallas
Don Atilio Albertazzi
Don Francisco Arias
CAPITANES
(Guarda Almacén)
Don Francisco Cubero
Don Juan José Arce
Don Eladio Ramírez Víquez
Don Roberto García Solano
Don Juan Rafael Flores
Don Franklin Zeledón
CAPTAINS
(Cellar Guard)
Don Rafael Ramírez Arroyo
TENIENTE
(Oficial de Compañía)
Don Eulogio Bolaños Loaiza
TENIENTE
(Electricista)
Don Víctor Vargas Orozco
TENIENTES
(Servicio de Guardias)
Don Diego Roldán Cantillo
Don Modesto Brenes
Don Juan Luis Monge Chavarría
Don Gregorio Aguilar Sibaja
SUBTENIENTES
(Servicio de Guardias)
Don Abel Mora Retana
Don Ezequiel Ramírez Víquez
Don Juan de Dios Sánchez
Don Eliécer Quesada
Don Abraham Aguilar Chaves
SARGENTOS PRIMERO
(Servicio de Guardias)
Don José J. Rodríguez
Don Leonardo Rojas Bolandi
Don Juan Rodríguez Arias
Don Carlos Urbina Peralta
Don Julián Mata Roldán
Don Francisco Roldán C.
Don Jorge Chacón Castro
Don José García Mora
Las Armas del Cuartel
Los abusos de la dictadura de Tinoco y el fracaso de la guerra con Panamá en 1921 contribuyeron al desprestigio de la institución militar. Desde la década de 1920 el ejército sufrió un proceso de debilitamiento, al abandonar progresivamente las funciones de represión de la población en manos de la policía y la defensa del territorio nacional que fue asumida indirectamente por los Estados Unidos.
Ese proceso de debilitamiento se evidenció en el tipo de armamento que tenía el ejército, por tal motivo, no es casual, la ausencia de una mayor cantidad de armamento moderno de la época, como en este listado del almacén de guerra del Bellavista en 1930.
Durante la Guerra Civil de 1948, el Ejército de Liberación Nacional liderado por José Figueres Ferrer contó con mejor armamento que el mismo gobierno, en parte por con la ayuda de la Legión del Caribe, Figueres obtuvo armas por vía aérea desde Guatemala.
CAÑONES
4 Skoda 75 m/m.
4 Bange de 80 m/m., de montaña
AMETRALLADORAS
8 Maxim, en buen estado
1 Maxim, en mal estado
1 Savage
FUSILES
4175 Remington, 11 m/m. viejos
928 Remington, 7 m/m. reformado
1755 Mauser, 7 m/m.
229 Ausfield (sic)
36 Muestras
16 Decomisados
CARABINAS
219 Evans calibre 44, sin parque.
142 Winchester calibre 44, sin parque
83 Colt calibre 44, sin parque
10 Mauser. 7 m/m.
8 Diferentes clases 7 m/m.
GRANADAS
360 Corona de balas
332 Skoda rompedoras
330 Skoda metralla
29 Granadas
CÁPSULAS
675 003 Mauser, 7 m/m.
256 874 Remington, 11 m/m.
8000 7 m/m. depósito de la Inspección General de Hacienda.
3974 Diferentes marcas (muestras).
3000 Savage
181 Botes de metralla
4 Cargas de pólvora
642 Vainillas sin cargar
64 Vainillas cargadas para salvas
115 Fulminantes para vainillas
270 Cartucheras en regular estado
150 Estopines 36 Albardones para transportar ametralladoras, en mal estado