En un recorrido fotográfico conocerá los distintos espacios del Cuartel Bellavista durante su funcionamiento en las décadas de 1920 a 1940 y su posterior transformación para acoger al Museo Nacional de Costa Rica, una vez abolido el ejército en 1948, consolidándose a partir de aquel momento en un emblema de la historia y la cultura costarricense.
Instalada en uno de los ambientes mejor conservados del entonces Bellavista, la exposición De Cuartel a Museo se extiende por el área conocida como los sótanos, en los espacios destinados a bodega de municiones, celdas, cocina, duchas y sanitarios, durante su funcionamiento como cuartel militar, ubicados en el segundo nivel del edificio que desde diciembre de 1984 es Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica.
Torreones, muros, patios internos, corredores, escalinatas, pasillos, troneras y almenas protagonizan las imágenes y permiten, a su vez, apreciar múltiples escenarios de la pequeña ciudad capital, de sus habitantes y de la dinámica social en un país de antaño.
Uno de los históricos túneles del edificio da la bienvenida a este viaje en el tiempo. Adentro en la sala, los muros se visten de blanco y negro para mostrar una época del pasado militar que Costa Rica dejó atrás hace 75 años. Fotografías de las fachadas del Bellavista y de elementos estructurales del monumental edificio reflejan su arquitectura inspirada en las fortalezas de la época medieval y nos comparten a su vez algunos momentos que los combatientes vivieron en el cuartel, cuyo servicio estuvo enfocado a la instrucción militar y el almacenaje de armas y municiones.
Predomina, en un sector de la exposición, el trabajo documental de Manuel Gómez Miralles (1886-1965), pionero de la fotografía costarricense; pero también se puede apreciar algunas tomas realizadas por Mario Hernández en la década de 1940. Otro de los espacios, dedicado en homenaje al fotógrafo de gran trayectoria Mario Roa (1917-2004), cuyo legado resulta invaluable en el registro visual histórico del país, muestra un conjunto de imágenes de su autoría, algunas inéditas; propiedad de la colección de la familia Roa Gutiérrez.
De Cuartel a Museo se integra de ejemplares que pertenecen a la colección documental del Museo Nacional, al acervo del Archivo Nacional y las colecciones privadas de los señores Oscar Rivera y Fernando Leitón; así como de la familia Roa Gutiérrez.
LAS CUATRO SEDES DEL MUSEO NACIONAL
La exposición hace un recuento de los inicios del Museo Nacional de Costa Rica y de los tres edificios que ocupó en sus primeros 60 años de labor.
Las instantáneas muestran la primera sede, ocupada de 1887 a 1896 en la entonces Universidad de Santo Tomás, sobre la actual Avenida Segunda. El edificio conocido como El Laberinto, segunda sede de la institución, de 1896 a 1903, en el sector sur de San José. Y de 1903 a 1949, la tercera sede en el antiguo edificio del Liceo de Costa Rica, en donde se ubica hoy la Caja Costarricense del Seguro Social en el centro de San José.
Finalmente, en 1949, el Museo se trasladó al Bellavista, una vez realizadas las adaptaciones en la infraestructura para dar paso a colecciones, exhibiciones y la visita del público. Desde entonces, nacionales y extranjeros han conocido de la historia y la cultura costarricense visitando la que funge, desde hace 74 años, como sede principal del Museo Nacional de Costa Rica con la creciente ciudad de San José extendiéndose a sus costados.
HOMENAJE A MARIO ROA
En el salón proyectado para bodega de municiones y el fortín suroeste del Cuartel Bellavista encontrará un tesoro visual captado por la lente del fotógrafo Mario Roa.
De vocación fotoperiodista, Roa se desempeñó, principalmente, en los periódicos El Diario de Costa Rica y en La Nación. Congeló en el tiempo momentos icónicos de la historia nacional, entre ellos el mazazo simbólico de la abolición del ejército dado por José Figueres Ferrer, entonces presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, en una de las almenas del Cuartel Bellavista, el 1 de diciembre de 1948.
Cuenta la historia que fue con el segundo golpe del mazo que la almena cedió su lugar y, en ese instante, solamente Roa tenía la cámara lista para fijar en el negativo el evento. La memorable fotografía ha sido un símbolo de la tradición civilista costarricense. En esta oportunidad, la impresión que se muestra en la exposición De Cuartel a Museo fue reproducida, por primera vez por el Museo Nacional, a partir del negativo original conservado por la familia Roa.
Aquí también podrá apreciar imágenes que enfatizan diferentes puntos del edificio y a los combatientes en su rutina diaria, pero también en acción: durante la toma del Bellavista después del “Cardonazo” en 1949, en el fallecimiento de un joven militar y en labores de guardia durante un desfile de estudiantes al costado norte del cuartel. Otra de las escenas le trasladará a la ceremonia de entrega del Bellavista al Museo Nacional.
De Cuartel a Museo reúne 35 fotografías de mediano y gran formato. En su visita podrá ver las celdas del antiguo cuartel, en donde se conservan decenas de grafitis originales como testimonio de una época convulsa en el país. La exposición está abierta al público en el horario regular, de martes a domingo.