JOSÉ JOAQUÍN RODRÍGUEZ
(San José 1838 – San José 1917)
Presidente de 1890 – 1894
Abogado de prestigio. Se distinguió como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Fue Secretario de Estado con el presidente Bernardo Soto (1885-1889).
Hijo de Sebastián Rodríguez Castro y Francisca Zeledón Mora. Sus estudios en Leyes, los realizó en la Universidad de San Carlos de Guatemala, pero debido a circunstancias familiares y económicas hubo de interrumpirlos y regresar a Costa Rica. Posteriormente se graduó como Licenciado en Leyes en la Universidad de Santo Tomás en San José. Se recibió como abogado ante la Corte Suprema de Justicia el 8 de junio de 1868.
En 1870 contrajo matrimonio con Luisa Alvarado Carrillo. De este matrimonio nació, entre otros hijos, Manuela Rodríguez Alvarado quien será la esposa de Rafael Yglesias Castro, Presidente de Costa Rica de 1894 a 1902.
José Joaquín Rodríguez fue Notario mayor de la Curia Eclesiástica de San José en 1877, y Presidente del Colegio de Abogados de Costa Rica en 1882, 1888 y 1905. De su desempeño como abogado y funcionario público, dedicó muchos empeños a la agricultura, la ganadería y otras empresas. Fue miembro de la Junta de Caridad de San José.
Trayectoria política Fue Registrador General de hipotecas y el 18 de octubre de 1870 el Presidente Tomás Guardia Gutiérrez lo designó Magistrado de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica. Representó a San José en la Asamblea Constituyente de 1880, que fue disuelta por el Presidente Guardia.
Llegó a la Presidencia en 1890 elegido por una considerable mayoría, que veía en su gobierno el principio de una nueva era que acabara con los gobiernos impuestos por el presidente saliente.
En 1892 suspendió las garantías constitucionales con el pretexto de hacer frente a una conjura.
Disolvió el Congreso y gobernó de manera dictatorial.
Sus métodos para mantener el orden fueron censurados por la ciudadanía.
Falleció en San José el 30 de noviembre de 1917.
Principales acciones de su gobierno
Durante su mandato, reformó el sistema penitenciario y suprimió el monopolio de tabaco.
Estableció escuelas nocturnas para adultos en la capital y cabeceras de provincia.
Celebró el contrato para establecer el servicio telefónico en la capital y las provincias. Inició la construcción del Teatro Nacional.
Promovió la inmigración europea para la colonización y desarrollo agrícola del país.
En materia social la medida más importante fue un decreto-ley para regular el otorgamiento de jubilaciones y pensiones.
Se donó un edificio para establecer un hospital en Alajuela y se otorgaron subvenciones mensuales a los hospitales de Heredia y de Cartago.
Se tomaron diversas medidas para mejorar la higiene pública y para combatir una epidemia de influenza que hubo en octubre de 1893.
Atendió la emergencia suscitada en octubre de 1891 por una catastrófica crecida del río Reventado, que inundó un sector de la ciudad de Cartago y sus vecindades y causó varias muertes y graves daños materiales.
Creó los cantones de Goicoechea y Limón; se reorganizó la policía y, con motivo de la celebración del cuarto centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América, se declaró fiesta nacional el día 12 de octubre.
Obra más relevante del cuatrienio 1890-1894 fue la conclusión del ferrocarril al Atlántico, tarea iniciada desde la época del Presidente Guardia y culminada el 7 de diciembre de 1890.
Se firmaron contratos para dotar de nuevas instalaciones al Mercado de Alajuela y establecer el alumbrado eléctrico en Cartago, un servicio de vapores entre Puntarenas y Golfo Dulce, el servicio telefónico en San José y otras poblaciones y un servicio de tranvías en la ciudad de de San José.
Se dictaron medidas tendientes a liberalizar el cultivo del tabaco, se puso fin al privilegio de la cuádruple emisión concedida en 1888 al Banco de Costa Rica (entonces Banco de la Unión), y se prohibió por seis meses la exportación de plata, para tratar de remediar la escasez de moneda acuñada de ese metal.