Los líquenes forman parte de la vegetación del páramo costarricense. Los arbustos, el suelo e incluso rocas están cubiertos por líquenes foliosos y fruticosos en su mayoría. Gran parte pertenecen a los géneros Hypotrachyna, Sticta, Leptogium y Cladonia.
Los páramos costarricenses son regiones elevadas de la cordillera de Talamanca, que se encuentran arriba de los 3000 metros sobre el nivel del mar. El paisaje del páramo ha sido modificado por la glaciación. El clima es frío, húmedo con cambios bruscos de temperatura, desde 0° a 30° en un día. La humedad se desarrolla de forma continua por las lluvias, nubes, neblina.
Los líquenes son pioneros en muchos ecosistemas rocosos; inician la degradación superficial de las rocas y la acumulación de polvo, por lo que se empieza a formar un sustrato apto para que se establezcan diversos organismos. Además, algunos poseen una cianobacteria como fotobionte; por ejemplo, los géneros Stereocaulon, Erioderma y Cora, que son importantes porque fijan el nitrógeno de la atmósfera.
La vegetación de los páramos está compuesta por briofitos, líquenes, arbustos y gramíneas.
DIVERSIDAD DE LÍQUENES EN LOS PÁRAMOS DE COSTA RICA
En la actualidad, en el país se han registrado 280 especies de líquenes en 102 géneros y 46 familias. En su mayoría, son macrolíquenes; es decir, que por su tamaño se pueden ver fácilmente. El 98.6 %, pertenecen a la división Ascomycota y el (1.4 %) a la división Basidiomycota. Las familias mejor representadas se encuentran en el orden Lecanorales sobre todo Parmeliaceae (77 especies) y Lobariaceae (30), seguidas por Cladoniaceae (21), Pannariaceae (17), Physciaceae (12) y Collemataceae (13).
La flora liquenácea de los páramos está compuesta por taxones de los hemisferios norte y sur, junto con especies endémicas.
No hay duda de que la familia Parmeliaceae también representa un grupo bastante importante en la diversidad de líquenes que viven en el páramo. En su mayoría se destacan los líquenes foliosos del género Hypotrachyna (Parmeliaceae) que comprenden 40 especies, Sticta (Lobariaceae) 15 especies, Erioderma (Pannariaceae) con 11 especies. Cladonia (Cladoniaceae) 19 especies y Stereocaulon (Stereocaulaceae) con 10 especies son líquenes fruticosos que crecen sobre el suelo o en rocas. Leptogium (Collemataceae) 13 especies, el cual se destaca por ser un liquen gelatinoso. Es importante destacar que especies de crecimiento crustáceo dentro de la familia Graphidaceae son menos. Dentro de la división Basidiomycota, la familia Hygrophoraceae aporta cuatro especies. La más abundante es Cora glabrata la cual podemos encontrarla creciendo sobre musgo principalmente a orilla de caminos.
DESCRIPCIÓN DE ESPECIES SELECTAS
Cladonia andesita
Liquen fruticoso consiste en una parte basal en forma de escuámulas de color gris y estructuras erectas melanóticas llamadas podecios, que contiene los cuerpos fructíferos (apotecios) en forma de copa. Habita en páramos, sobre el suelo. En Costa Rica está restringida a las montañas más altas, por encima de los 3000 m.
Cora glabrata
Liquen folioso, adherido al sustrato en su parte central. Superficie superior verde oliva, grisácea cuando el liquen está seco; puede ser tanto opaca como brillante. La superficie inferior es más clara que la superficie superior; a veces, tiene áreas blancas. Es un liquen conspicuo sobre el suelo a orilla de carreteras en elevaciones altas. Su hábitat natural está entre musgos sobre ramas.
Diploschistes cinereocaesius
Liquen crustáceo que forma parches grandes con colores de gris a amarillo pardusco. Generalmente, tiene varios centímetros de diámetro, es muy grueso, lo que hace que fácilmente se fragmente cuando se recoge del suelo. La superficie superior es de lisa a áspera. Los apotecios (cuerpos fructíferos en forma de copa) están semiinmersos. Habita sobre suelos pobres y arcillosos expuestos a la luz directa. Común a lo largo de caminos y senderos.
Hypotrachyna caraccensis
Liquen folioso, de hasta más de 10 cm de diámetro, con superficie gris verdusco. Su superficie inferior es negra con rizinas, que son estructuras especiales para sujetarse a la superficie, lóbulos lineares, muy alargados, que cuelgan libremente. Esta característica es una adaptación a un clima muy húmedo. Además, se pueden romper muy fácilmente y podrían servir para la reproducción vegetativa. Habita sobre ramas de árboles o arbustos en el páramo y el subpáramo.
Leptogium phyllocarpum
Liquen gelatinoso, formando parches de 4-7 cm de ancho, pardo-verdoso oscuro cuando mojado, delgado, con arrugas y gris oscuro cuando seco. Apotecios grandes, pardos, con margen grueso. Habita desde la costa hasta el páramo. Este liquen puede absorber gran cantidad de agua. La gelatina es producida por el alga verde-azul, del género Nostoc, que en estado libre también es gelatinosa. Cuando se encuentra en un ambiente seco, el talo tiene un espesor de apenas 0.1 mm, cuando se humedece se expande hasta 0.5-1 mm de grosor.
Lobariella pallida
Liquen folioso, gris-verde pálido, no está adherido al sustrato en toda su extensión. Superficie superior lisa, con diminutas manchas blancas. Superficie inferior pálida, con tomento compuesto por hifas afelpadas. Apotecio gris-pardo y margen lobulado. Habita en bosques de elevaciones altas, en sitios bien iluminados y en arbustos en turberas y en páramo.
Phyllobaeis imbricata
Liquen que consiste en una parte basal en forma de escuámulas de color verde cuando húmeda, y estructuras erectas (podecios) que contiene los cuerpos fructíferos (apotecios) de forma subglobosa, de color rosado. Habita sobre suelo rocoso en los páramos y a orilla de carreteras.
Xanthoria elegans
Liquen folioso de 2-5 cm de diámetro, de color rojo-anaranjado brillante, fuertemente unido al sustrato. Tiene cuerpos fructíferos en forma de copa (apotecios), de color anaranjado rojizo. Habita sobre rocas expuestas. Está restringido a habitar las montañas más altas (Parque Nacional Chirripó, por encima de los 3400 metros).
CONCLUSIÓN
El páramo es un ecosistema realmente único, debido a su origen, características edáficas y climatológica que alberga una serie de organismos con características únicas. Estos son capaces de sobrevivir en un ambiente “duro” para la mayoría de los organismos que conocemos. Sin embargo, alberga una gran diversidad de numerosas especies de plantas y de líquenes que crecen sobre arbustos, rocas y suelo. Muchos fijan el nitrógeno de la atmósfera y lo proporcionan al suelo; así, forma parte del ciclo del nitrógeno en el ecosistema. Asimismo, la mayoría tienen un crecimiento foliáceo y fruticoso, y son capaces de sobrevivir en condiciones donde la humedad y la temperatura varían grandemente.