El análisis iconográfico de representaciones realistas de fauna en piezas arqueológicas permite una mayor comprensión de las formas y diseños utilizados. 

Además, permite conocer más acerca el ambiente y el tipo de animales que existieron en la época antigua; así como de su papel dentro de la cultura de los grupos humanos.

Los análisis se realizan desde dos ángulos: aquello que es representado unido a su significado para el grupo social (aspectos connotativos) y las cualidades del estilo: relación diseño- forma, las características mostradas y su disposición (como aspectos formales) (Shepard, 1956).

Los rasgos del animal fueron realizados con líneas de pintura negra y roja, además de incisiones profundas y perforaciones. El caparazón está representado por la vasija y cuenta con una serie de patrones geométricos con líneas, bandas y puntos tanto en la parte superior como inferior. La cabeza utiliza pintura, incisos o perforaciones para representar los ojos, boca y fosas nasales, en tanto que las patas y cola también están decoradas con pintura.

Se identificó que se trata de una tortuga Carey (Eretmochellys imbricata), debido a los atributos especiales con los que se representaron la cabeza y la decoración del caparazón, cuyos patrones asemejan los diseños que se observan en las escamas de esta especie.

Los atributos del animal fueron realizados con líneas de pintura negra y roja. En la parte superior del caparazón se observa un diseño geométrico de bandas entrelazadas que representan las escamas. En la cabeza, los ojos y nariz fueron elaborados con pintura, y la boca es el orificio para soplar. Las patas también están decoradas con líneas y bandas de pintura. Estas están colocadas como si estuviera nadando.

Se trata de una tortuga marina —ya sea una carey o verde—, identificada por las marcadas líneas que se observan en la nuca, así como al patrón que representa las escamas, las cuales son muy prominentes y visibles en ambas especies.

Las características del animal fueron realizadas con líneas incisas y perforaciones. En la parte superior del caparazón se observan diseños geométricos de líneas y triángulos representando las escamas. La cabeza fue modelada para representar de manera prominente los ojos y nariz. La boca fue elaborada con un inciso profundo y las fosas nasales con perforaciones.

Se identificó como una tortuga terrestre, específicamente, una “candado”. (Kinosternon scorpioides), gracias a la presencia de dedos muy notables en extremidades y el borde prominente en el caparazón en la parte de atrás de la cabeza.

Sobresale la cabeza de la tortuga labrada, que fue colocada fuera del plato de la pieza.

Este objeto se elaboró utilizando técnicas de altorrelieve para definir algunos de los rasgos, por ejemplo, los ojos y la boca. Además, presenta dos perforaciones en forma de cruz en la parte superior.

En el plato, hay dos paneles con motivos geométricos realizados en altorrelieve; el primero, es más ancho con dos hileras de triángulos entrelazados encerrados por un rectángulo y, el segundo, con solamente una hilera de triángulos. Posee soportes labrados.

Se identificó como una tortuga marina, dadas las características de la cabeza.

Sobresale la cabeza y la cola de la tortuga, colocadas fuera del plato.

En la cabeza, se nota que los rasgos del animal, tales como los ojos y boca, fueron elaborados en bajorrelieve. La cola presenta un labrado en altorrelieve, formado por varias hileras de triángulos colocados a lo largo de la misma.

El caparazón forma parte del plato, el cual posee una decoración hecha en altorrelieve que está formando de triángulos sobrepuestos entre sí; esto, para representar las escamas. Las patas fueron ladradas utilizando altorrelieves, para formar triángulos y rombos sobrepuestos entre sí.

Se identificó como una tortuga terrestre (de agua dulce), a partir de los rasgos detallados en la cabeza, patas y caparazón.

Se analizan dos colgantes: ambos de la Región Arqueológica Gran Chiriquí, Subregión Diquis.

El primero es un colgante con forma de tortuga, que fue elaborado con base en la técnica de fundición con núcleo.

Esta pieza posee un gran nivel de detalle para elaborar la cabeza, patas y cola; con especial atención, en los ojos, boca y dedos, dado el tamaño del artefacto. Se identificó como una tortuga terrestre, basada en la presencia de dedos en todas las extremidades.

El segundo colgante también fue elaborado a partir de la técnica de fundición con núcleo. En este, el nivel de detalle es menor, ya que la cabeza, patas y cola solamente se presentan como formas muy generales; aunque sí destaca el trabajo en el caparazón. Esta pieza tiene la particularidad de mostrar la figura incompleta, posiblemente, así desde que fue elaborada.

Se identificó como una tortuga marina, gracias a la forma del animal.

A partir de las características de las distintas piezas mostradas, es notable que la tortuga era un animal presente en distintas partes del país, ya que provenía tanto de contextos marinos como de agua dulce. Además, fue ampliamente aprovechado para consumo.

Por ello, es tan importante reconocer su papel a nivel cultural y simbólico dentro de las sociedades antiguas, y su rol fundamental en los ecosistemas marinos actuales, como bases para fomentar la lucha por su conservación.