Tipos de Sitios Arqueológicos en Costa Rica
La arqueología se nutre de conocimiento sobre la base de evidencia material dejada por la actividad humana, a través del tiempo, en lo que son conocidos como sitios o yacimientos.
Diversidad de los sitios o yacimientos
Los sitios arqueológicos pueden ser grandes o pequeños, dependiendo de la cantidad de personas y su comportamiento en el pasado. Por ende, pueden constituir aldeas completas, caseríos o una vivienda aislada, también cementerios extensos o hasta una única tumba, así como inscripciones en cientos de piedras o unos cuantos petrograbados (también llamados petroglifos), entre muchos otros casos. Es posible hallar depósitos arqueológicos representativos de sitios en llanos, cerros, cavernas, playas, humedales e inclusive en el lecho del mar.
A los sitios se les diferencia por tipo, de acuerdo a las actividades que los y las arqueólogas definen como predominantes en ellos, según las evidencias observables, por ejemplo:
- Sitios habitacionales
- Funerarios
- Arquitectónicos
- Talleres
- Canteras
- Basureros
- Salineras
- Arte rupestre
- Caminos y naufragios (en el caso de botes o navíos)
Clases de evidencias
Las clases de evidencias arqueológicas dependen de las condiciones medioambientales en los sitios.
Ambientes secos, muy fríos, saturados de agua, cubiertos por ceniza volcánica, o con presencia de conchas (carbonato de calcio) son propicios para la conservación de materiales perecederos, como madera, hueso, cuero y fibras vegetales.
Por el contrario, los entornos tropicales, lluviosos y con humedad cambiante, como los existentes en varias regiones de Costa Rica, tienden a degradar los restos de origen animal y vegetal. Artefactos de piedra, que reciben el nombre genérico de lítica, y la cerámica o alfarería cocida, endurecida adrede por exposición a alto calor, resultan duraderos en todo clima.
La producción indígena de artefactos líticos y cerámicos en territorio costarricense fue muy alta. Además, los arqueólogos y arqueólogas han hallado que la preservación de hueso puede ocurrir mayormente en el noroeste y área central del país.
Así también, se ha hallado la supervivencia extraordinaria de otros productos orgánicos o bióticos en humedales, contextos cubiertos por ceniza volcánica y bandas costeras bajo influencia de las mareas. La preservación orgánica da a los sitios una connotación muy importante, porque revela imágenes más completas del pasado cultural.
Evidencias inmuebles y ecofactos
Aunado a los artefactos, completos o fragmentarios, la arqueología toma mucho en cuenta sitios con evidencias estacionarias, también denominadas inmuebles. De igual manera se consideran de alta relevancia los restos animales y vegetales, muchos derivados de alimentos, que técnicamente reciben el nombre de ecofactos. Estos en Costa Rica han resistido mucho más el paso de siglos y milenios cuando quedaron carbonizados.
Las evidencias inmuebles se encuentran integradas al entorno medioambiental, en términos fisiográficos y paisajísticos. Ejemplos claros de ello son los sitios con arquitectura, caminos u obras viales y con arte rupestre (petrograbados o petroglifos).
En Costa Rica, se ha estudiado inmuebles arqueológicos definidos por componentes de piedra y terracería, adiciones endurecidas de arcilla, tanto como marcas dejadas por construcciones de madera (principalmente moldes de postes u horcones) y anillos de piedra en perímetros de pisos.
Sitios monumentales y con arte rupestre
La arqueología de Costa Rica no se limita a casas y tumbas, sino que en algunos de los periodos de la Era Prehispánica fueron construidas plazas para la recepción de grupos de personas, canalizaciones y acueductos para el manejo de aguas, además de caminos tanto en tierra como empedrados. Otras expresiones a ese respecto son los sitios de arte rupestre, donde quedan visibles grabados en piedra de variado simbolismo, algunos abstractos y otros realistas o combinación de ambos.
No faltan en Costa Rica hallazgos de grabados que incorporan pintura, aunque los casos en el país con esas evidencias que resistieron el paso del tiempo son escasos. Las expresiones de arte rupestre se caracterizan por haber sido concebidas para apreciarse en conjunción con el paisaje que las rodea, en piedras de campo, abrigos rocosos, cuevas, cañones de ríos y acantilados. Sin embargo, algunas obras grabadas o petroglifos decoraron construcciones arquitectónicas, y pueden ser de tamaño y peso que permiten su fácil traslado.
Lecturas recomendadas:
- Vázquez, R. 1986 Excavaciones de muestreo en el sitio Nacascolo: un paso adelante dentro del Proyecto Arqueológico Bahía Culebra. In Prehistoric Settlement Patterns in Costa Rica, edited by F.W. Lange and L. Norr, Journal of the Steward Anthropological Society 14(1-2):67-92.
- Vázquez, R. 2010 Visiones y sensaciones cefalográficas en un petroglifo prehispánico de Colonia Blanca de Upala, Costa Rica. Vínculos 33(1-2): 47-62. Revista de antropología del MNCR, San José.