Las sociedades que habitaron el valle Central y el Caribe de Costa Rica, entre el 100 y el 1500 d.C., tallaron la piedra creando una gran variedad de objetos como metates de panel colgante, lápidas y esculturas, como expresión material de una organización social dinámica y compleja.

Por las condiciones ambientales de nuestro país no se conservan restos humanos con cabello, pero, aunque no se cuenta con evidencia de cómo se peinaban, por medio de las representaciones humanas en piedra, cerámica y metal podemos deducir cómo algunas personas lucían el cabello en el pasado.

En nuestro país se conservan pocos restos humanos de los pobladores originarios, pero las cabelleras no se preservaron. Sin embargo, en otras partes de América, las condiciones ambientales facilitaron una excelente conservación de cuerpos que hizo posible estudiar sus peinados. Por ejemplo, en la región de Arica en Chile se estudiaron los peinados presentes en 154 momias de diferentes épocas, edades y géneros.

Los peinados, según diversos estudios, evolucionaron lentamente. Los cazadores recolectores (600 a.C-320 d.C) llevaron el cabello largo y sin trenzar mientras que en el Arcaico Tardío y Formativo lo usaron corto y se hicieron los primeros arreglos con trenzas o manojos de pelo con enrollados de lana o hilo.

Las esculturas humanas de la Región Arqueológica Central se representaron en cuclillas o de pie, con volúmenes que van de pocos centímetros a tamaño natural. Hay mujeres, hombres y figuras asexuales.

Las cabezas presentan ojos rectangulares u ovalados con una línea divisoria, ojos redondos y algunos con representación de la pupila; la nariz se representa generalmente en forma triangular o de T invertida, en pocos casos se marcan las cejas. Hay más diversidad en la representación de las orejas: las encontramos redondeadas y un poco salidas, otras están más pegadas con una forma de C, las hay más detalladas, algunas con perforaciones y orejeras. La boca generalmente se representa con una línea horizontal, que puede tener labios o no.

Los brazos en diversidad de posturas que se pueden clasificar en varios tipos: hacia abajo separados del cuerpo, doblados con orificios de separación y las manos apoyadas en el cuerpo, con los brazos doblados (uno hacia arriba y el otro hacia el frente), sin separación entre el cuerpo y los brazos (en unos pocos casos).

Las piernas lucen separadas, muchas con protuberancias que marcan las rodillas y en un par de casos hay una unión entre ambas piernas a la altura del tobillo. Los pies en su mayoría son planos y tienen los dedos marcados, otras figuras tienen un poco redondeada la parte baja del pie y son menos estables.

El cabello se representó con líneas incisas, tanto rectas como curvas y con relieves. Entre los tipos de peinados se encuentran cabellos trenzados, sueltos, con coleta, en capas y en moños.

Una de las representaciones de peinado más interesante la presenta un guerrero del sitio Pascua (L-124 Ps). Tiene el cabello dividido en dos partes, la mitad derecha presentada líneas verticales hacia atrás a modo de cabello suelto, y la mitad izquierda tiene un diseño de medios círculos concéntricos, vértices y 2 líneas horizontales en un estilo de trenzado.