La diversidad de mamíferos de la selva tropical es notable y están muy bien adaptados para vivir en este ambiente.
Una de las características sobresalientes de los mamíferos del bosque tropical americano es la variedad de especies con colas prensiles (colas con la capacidad de agarrarse o sostenerse a una rama), eso hace como si contaran con una quinta mano, lo que los convierte en maestros de escalar árboles.
Es tal la variedad que en los bosques de Costa Rica podríamos observar hasta 5 grupos de mamíferos con cola prensil, que no tienen ninguna relación entre sí.
Los ágiles monos de la selva
El primer caso, muy conocido es el de los monos americanos. En nuestro país el mono araña o colorado, el mono congo y el mono carablanca poseen la cola prensil. El mono ardilla del Pacífico Sur no tiene cola prensil, pero es larga y le sigue prestando grandes servicios para mantener balance en su marcha sobre los árboles.
El mono araña es considerado el más vulnerable a la deforestación de su hábitat y es un consumado artista del mundo de los monos con una agilidad quizás solo superada por los gibones asiáticos. El mono carablanca, aún se mantiene en zonas tan cercanas a San José como la Zona Protectora El Rodeo en Villa Colón.
El adaptable zorro pelón
Otro de los mamíferos costarricenses de cola prensil es un viejo conocido de los patios de casas urbanas y rurales. El zorro pelón o zarigüeya, un verdadero sobreviviente de épocas antiguas. Mamífero muy adaptable, si no es perseguido puede sobrevivir en áreas bastante alteradas.
En relación con el zorro pelón y sus parientes hay un hecho interesante, pues entre los dibujos de la pintora y naturalista alemana Anna Maria Sibylla Merian (1647-1717), considerados hoy día obras de arte, existe uno de una zarigüeya con sus crías. Pues bien, al parecer las copias que de estos dibujos hicieron otros artistas, terminaron con “arreglos” representando zarigüeyas con la cola a manera de percha sobre su lomo, donde sus hijos se cuelgan con su pequeña cola de la cola de la madre.
Algunos taxidermistas tomaron estos dibujos como patrón para su montaje, construyendo así un mito, pues este comportamiento de la cola de percha no es real. El zorro pelón, en efecto transporta a sus cachorros sobre su espalda y quizás en algún caso alguno de los zorritos de más atrás se agarre de la cola de la madre, pero el comportamiento visto en fábulas de la mamá zarigüeya con sus hijos ordenadamente colgados de la cola de su madre sobre la espalda es una especie de mito.
Un familiar del mapache con cola prensil
No menos interesante es el caso de uno de los únicos carnívoros de cola prensil del mundo, nuestra martilla. El otro único carnívoro de cola prensil del mundo es el binturong de Asia. La martilla es de la familia del mapache, aunque no nos recuerde en nada a un mapache, pues si lo vemos bien parece un estrafalario cruce entre un pequeño oso y un mono. Tal aspecto confundió a los primeros naturalistas que lo estudiaron y por eso este animal fue muchas veces mal clasificado, siendo considerado incluso como un mono o un insectívoro.
Su agilidad en los árboles es tal que a veces es más fácil darse cuente de su presencia por su paso estrepitoso por las copas de los árboles, lo que quizás le ha valido uno de sus nombres en inglés (Night walker o caminante nocturno) y por su característico sonido como gritos cortos y agudos.
Cola prensil y espinas defensivas
El grupo de los roedores, donde están las ratas y las mascotas como los hamsters, es a nivel mundial el grupo más numeroso de mamíferos. No es tan extraño que en un continente tan extraordinario como América exista un roedor con una cola prensil. Y en efecto se trata del puercoespín neotropical.
Sus afiladas púas lo protegen bastante bien de sus depredadores naturales (excepto los grandes gatos), pero no así de los autos en las carreteras. También se abre paso entre las ramas de los árboles durante la noche y su cola prensil le es de gran utilidad.
El elegante de la cola prensil
La selva tropical americana, y por nuestro caso, la selva costarricense tiene grandes lecciones y curiosidades que enseñarnos, aparte de su valor para el mundo.
El recorrido por el mundo de los mamíferos de cola prensil no estaría completo sin conocer al tamandúa u oso chaleco. Una tranquila especie de oso hormiguero, con una coloración de pelaje que da la impresión de que lleva puesto un oscuro y elegante chaleco. Activo tanto de día como de noche, y si bien no evita el suelo para su búsqueda de alimento, es un gran trepador que a paso lento pero seguro busca nidos de termitas en los árboles. Lamentablemente este interesante animal es a muy menudo atropellado en las carreteras nacionales.
La selva tropical americana, y por nuestro caso, la selva costarricense tiene grandes lecciones y curiosidades que enseñarnos, aparte de su valor para el mundo. Su conservación en deseable para que las futuras generaciones tengan también la oportunidad de conocer su mundo fascinante.