Cuando la vida depende de la forma y el color
Las aves son sorprendentes en su capacidad de adaptación. A lo largo de miles de años aprendieron a sobrevivir colocando sus nidos y huevos en lugares tan diversos como el agua, ramas y huecos de los árboles, elaboran nidos casi suspendidos en el aire, utilizan nidos abandonados de otras especies y sobre estructuras existentes y otros incluso no los construyen, sino que parasitan los de otras especies. Todo esto ha pasado desde la aparición de las aves sobre la tierra.
Febrero, 2021. “Nidos y huevos” es la más reciente exposición del Museo Nacional, en la que, de forma esquemática, se muestran algunas de las adaptaciones que manifiestan las especies de aves para sobrevivir y que se reflejan en sus nidos y huevos.
La exposición se encuentra en las casas de los comandantes del Museo, en ella, una muestra de 8 nidos, exponen la diversidad de formas y materiales y técnicas con que están elaborados.
Complementan la exposición una muestra de huevos de variados colores, formas y tamaños. Destaca el huevo del Jabirú, un ave en peligro de extinción “este huevo es un verdadero tesoro, el museo lo colectó hace muchos años cuando todavía no estaba en peligro de extinción, hoy se sabe que la población no supera las 100 parejas y las presiones sobre el hábitat son muy grandes” explicó la bióloga y curadora de la exposición Ghisselle Alvarado.
Huevo de Jabirú, un ave en peligro de extinción, cuyo hábitat está cada vez más amenazado.
Costa Rica actualmente posee 924 especies de aves, tanto residentes como migratorias, pero únicamente las especies residentes se reproducen en el país. Las aves son descendientes de los reptiles. Las más “primitivas” colocaban los huevos en el suelo, hoy son capaces de crear maravillosas estructuras casi en cualquier lugar y su instinto de sobrevivencia las ha llevado a usar cualquier elemento que exista en su entorno para elaborar un nido, así como huevos de diversos colores que se camuflan para pasar desapercibidos de sus depredadores.
¿Cómo construye un ave su nido?
El nido es el sitio donde las aves colocan sus huevos, el que proporciona protección contra el clima y depredadores y un microambiente con características térmicas adecuadas para los huevos y pichones de cada especie.
La forma del nido, que al inicio era muy simple, se fue haciendo más compleja y utilizaron otros sitios de anidación conforme las aves fueron conquistando nuevos ambientes.
“Construir un nido es como construir una casa, cuando el ave construye un nido lo hace por partes, primero hace la base, que son los cimientos, después coloca los materiales de relleno y finalmente lo decora, algunas aves se esmeran tanto en ese proceso que los nidos les quedan realmente hermosos. En algunas ocasiones, los nidos bien elaborados son una forma de cortejo para el apareamiento”, explicó Alvarado.
Cada nido es diferente y con él podemos saber mucho del ave que lo elaboró, ninguno es igual y cada uno está adaptado para las condiciones de clima y espacio en que el ave anidó y con el cual buscó proteger a sus huevos.
En la exposición, destaca también el nido de un ave citadina que conocemos como “zanate”, al observar detalladamente esta estructura, podemos observar que, al igual que todos los nidos tiene fundamentos, pero también partes de relleno, “esta ave está muy adaptada a la ciudad y utilizó elementos del medio para elaborar su nido, podemos ver cuerdas sintéticas, restos de papel higiénico y servilletas, plumas, cordones de zapatos y basura, eso nos hace reflexionar acerca de la contaminación que lanzamos los seres humanos al ambiente. Este nido está decorado con basura porque fue lo que el ave encontró en su entorno”, agregó Ghisselle.
Arriba dos imágenes de un nido de zanate colectado cerca del Parque Nacional. El ave que lo construyó usó lo que encontró en el ambiente, en el se observan restos de cuerda, cordones de zapatos y hasta trozos de servilletas. Las dos segundas son nidos de un ave conocida como “chicopiojo”, la diferencia radica en que la segunda uso lana de ovejas que habían cerca para decorar su nido. Abajo el nido de un soterrey, mosquerito y un colibrí chispita (de izquierda a derecha).
El camuflaje y la forma para sobrevivir
Así como el huevo primitivo fue blanco, el color y la forma fueron evolucionado en la misma dirección y velocidad que lo hacia la forma, estructura y fijación del nido, todo como una adaptación reproductiva de las diferentes especies de aves a su entorno.
“Dejar progenie a las próximas generaciones es lo que mantiene a las especies y permite que estas se perpetúen en el espacio y tiempo. Las aves como un ejemplo de organismos vivos se perpetúan a través de los huevos-pichones que dejan y han dejado a lo largo de su tiempo de existencia” explicó la bióloga.
En la exposición, el visitante puede encontrar una variedad de formas y colores de los huevos: huevos blancos, huevos camuflados, huevos azules. Además, puede observar que no todos los huevos son ovalados como los conocemos, también existen huevos casi completamente redondos como los de una lechuza y en el caso extremo en forma de pera (periforme) o muy alargados como en los cormoranes y en el medio de estas formas existe toda una serie de variantes, “la forma del huevo va muy ligada a la anidación, un ave que anida en acantilados, por ejemplo, no va a poner un huevo redondo porque este podría rodar y perderse”, agregó la bióloga y curadora.
Animales de Aire, Tierra y Agua
“Nidos y huevos” es la exposición que el Museo Nacional presenta como parte de la 4ta edición del Paseo de los Museos, que reúne a tres de los principales museos del centro de San José, quienes se unen para mostrar las riquezas naturales costarricenses, bajo un tema común:
Animales de aire, tierra y agua.
Museos del Banco Central
Emisarias de la lluvia
En esta muestra, las diversas representaciones de anuros en los artefactos arqueológicos de oro, cerámica, piedra y jade constatan cómo la visión de mundo de los pueblos indígenas se sustentaba en una aguda comprensión del ambiente, y en este caso en particular, de las características extraordinarias de las ranas y sapos que viven en nuestro territorio.
“Los mitos, las leyendas y las iconografías de ranas y sapos se asocian con temáticas profundas como la muerte, la fertilidad, la vida y lo femenino. Estos animales aparecen en las cosmovisiones indígenas para explicar la existencia de fenómenos naturales o caracterizar algunos rasgos identitarios”, detalla Priscilla Molina, curadora de arqueología de este Museo.
Museo del Jade
Murciélagos, entre el mito y la realidad
“Esta muestra tiene como objetivo generar un espíritu de compresión acerca de los beneficios que brindan los murciélagos dentro de la naturaleza y a la población humana en general; lográndolo gracias a la alianza de este Museo y los Programas para la Conservación de los Murciélagos de México (PCMM) y de Costa Rica (PCMCR)”, explica Virginia Novoa, curadora de arqueología a cargo del proyecto.
La muestra está conformada por piezas precolombinas de jade, cerámica y piedra; todas ellas inspiradas en escenas míticas que le otorgan un simbolismo y un papel protagónico al murciélago dentro del pensar animista del ser humano. Cuenta también con imágenes fotográficas de placas aladas y de chamanes-murciélagos proporcionadas por el Museo del Oro del Banco de la República de Colombia, así como de representaciones de los murciélagos en el arte rupestre.
Paseo de los Museos es una ruta cultural, conformada por el Museo Nacional de Costa Rica, el Museo del Jade y la Cultura Precolombina y los Museos del Banco Central de Costa Rica, que cumple en este 2021, 6 años de conformar una alianza para vincular las investigaciones de estos tres espacios museísticos y brindar al público una oferta cultural en complementaria en un corto trayecto.
Cada una de las exposiciones se puede visitar y entender de forma independiente, sin embargo, al visitar las tres, las personas podrán complementar sus conocimientos y disfrutar de tres colecciones arqueológicas y naturales que los tres museos ofrecen.