Aves
Riqueza de especies
En la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola, se registra una diversidad de aves de 377 especies. Esta vasta riqueza representa el 41% de la avifauna nacional, es decir que cerca de la mitad de las aves del país se pueden avistar en esta zona. Para algunas especies, su rango de distribución en territorio nacional, se restringe a la vertiente Caribe. La diversidad de hábitat confluye en la presencia de aves asociadas a ambientes boscosos, humedales de interior, costas, playas, y áreas abiertas.
Las especies registradas se encuentran distribuidas en 63 familias. Algunas familias involucran solo una especie, pero dentro de las más diversas, se encuentran aquellas que poseen de 10 hasta 40 especies. Las más numerosas son Tyrannidae (mosqueros, 40 especies), Thraupidae (tangaras, mieleros, semilleros y relacionados, 29), Parulidae (reinitas, 22) y Accipitridae (gavilanes, elanios y águilas, 20).
Condición Migratoria
Las especies de aves presentes en la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola, poseen en su gran mayoría la condición de residencia, es decir son especies que pasan todo el año y se reproducen en territorio costarricense (72% de las especies, 272 spp.). Otras 87 especies, que representan el 23% del total, son migratorias, la mayoría provenientes del norte de América y otras pocas provenientes del sur, estas permanecen por un periodo en territorio nacional o bien, solo pasan en su recorrido migratorio.
El restante porcentaje (5%, 18 spp.) lo constituyen especies que poseen dentro de sus poblaciones, individuos que migran y otros que son residentes.
La vertiente Caribe de Costa Rica, es una importante zona de paso para especies que migran desde el norte del continente. Esta zona forma parte del área importante para la conservación de las aves (AICA): “Cahuita, Gandoca-Manzanillo, y corredor para aves migratorias”.
Endemismo
En la vertiente Caribe del país, contamos con especies que poseen endemismo a nivel regional, es decir que su distribución se restringe a Costa Rica y a otros países cercanos. Para la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola, se encuentran 16 especies que presentan esta condición, que representan un 6% de las aves residentes reportadas para el área.
Entre ellas: codorniz orejinegra (Odontophorus melanotis), lechucita centroamericana (Megascops centralis), tucancillo orejiamarillo (Selenidera spectabilis), carpintero alirrufo (Piculus simplex), perico frentirrojo (Psittacara finschi), cotinga blanca (Carpodectes nitidus), soterrey gorginegro (Pheugopedius atrogularis), soterrey pechirrayado (Cantorchilus thoracicus), soterrey de Zeledón (Cantorchilus zeledoni), eufonia coroniamarilla (Euphonia luteicapilla), tangara piquiganchuda (Lanio leucothorax) y tangara cenicienta (Tangara inornata).
Especies de interés para la conservación
En relación a conservación, de acuerdo con la legislación nacional (lista de especies amenazadas, Sistema Nacional de Áreas de Conservación, SINAC) y mundial (lista roja de especies amenazadas de la Unión para la conservación de la naturaleza, UICN), 35 especies de las reportadas para la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola, se encuentran bajo alguna categoría de amenaza.
Destacan algunas que se ubican en ambos listados como pavón negro (Crax rubra), garza pechicastaña (Agamia agami), lapa verde (Ara ambiguus) y pájaro campana (Procnias tricarunculatus), las tres últimas con graves categorías de amenaza.
De acuerdo al listado nacional, resaltan por estar en peligro de extinción, los endémicos regionales trogón ojiblanco (Trogon clathratus), tangara lomiazufrada (Heterospingus rubrifrons) y el semillero piquirrosado (Sporophila nuttingi); asimismo, otros como el martín pescador vientrirrufo (Chloroceryle inda), la monja frentiblanca (Monasa morphoeus) y el migratorio halcón peregrino (Falco peregrinus). Otras aves amenazadas son: tinamú grande (Tinamus major), garza del sol (Eurypyga helias) y aguilillo pechachudo (Spizaetus ornatus).
Estado del Conocimiento
El inventario de aves de la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola, se encuentra muy completo de acuerdo a la información recopilada (registros de colecciones y observaciones de campo del Museo Nacional y listados de avifauna de fuentes externas). No obstante, los datos podrían mejorar con el registro de especies migratorias aún no documentadas, así como por otras especies que, ante las actuales presiones antropogénicas, eventualmente se identifiquen en la zona.