Las labores realizadas en Pecio Manzanillo (L-322 PM) consistieron en una de las primeras experiencias del MNCR en el ámbito de la conservación del patrimonio cultural sumergido tanto en el ámbito institucional como de la investigación arqueológica en Costa Rica.
Si bien, el día de la inspección se estimaba que el registro fotográfico realizado y la toma de medidas del pecio habían sido apropiadas, hoy en día se tiene claridad de que ambas acciones debieron ser más minuciosas, lo cual podría afectar o no, las dimensiones generales inferidas de la embarcación, dícese eslora, manga y puntal. Además, se debería de haber tomado una muestra de madera de otras piezas del armazón de la embarcación (e.g. las cuadernas), que permitiera identificar la especie, lo cual hubiese enriquecido aún más la investigación.
Un proceso fundamental, en este tipo de investigaciones, lo son las entrevistas y conversaciones con las personas que el día de la inspección indicaron haberlo visto mientras estuvo sumergido, así como con otras personas de la zona. Aspecto que aún queda pendiente pero que se encuentra en proceso de planificación.
La fuerte probabilidad de que la embarcación se ubique en el lapso de tiempo entre 1721 y 1818, según la datación de carbono 14 realizado, más el hecho de que se observen piezas de la estructura del pecio que se ha logrado determinar que fueron incorporadas al sistema constructivo español entre 1719 y 1756, por medio de la investigación bibliográfica, y al hecho de que se encuentre documentada la utilización, durante el siglo XVIII, de la especie de madera identificada, hacen considerar que la inferencia original respecto a la ubicación temporal del pecio fue correcta.
Es importante señalar que lo expuesto en el presente documento consiste en los resultados obtenidos a partir de un estudio comparativo entre los documentos escritos históricos y los vestigios arqueológicos observados.
La Arqueología es una ciencia que basa sus resultados en la evidencia como tal y por tanto lo que se esboza son inferencias a partir de los datos, las cuales no son generalizaciones contundentes y concluyentes, como queda comprobado con el proceso de aprendizaje en este caso, y de cómo fueron variando algunas inferencias originales sobre el pecio. La ciencia siempre se encuentra en constante cambio y según surgen nuevos conocimientos y datos, así como nuevas técnicas es factible que la información que se conoce sobre un determinado fenómeno cambie.