Existe un evidente dimorfismo sexual entre machos y hembras (es decir que hembras y machos son muy diferentes en apariencia física). Esto último asociado al sistema de apareamiento poligámico que existe entre ellos (los machos se aparean con varias hembras durante la época reproductiva). Las hembras en la mayoría de las especies son de apariencia simple y de color verdoso (aunque varía el tono) y los machos son de color negro con vistosas coloraciones de color naranja, rojo, blanco, celeste o azul, en regiones de la cabeza, coronilla, garganta o espalda, o con colas largas o cortas.
Los juveniles se parecen más a las hembras adultas, pero si son individuos machos, una vez que empiezan a madurar comienzan a mostrar en sus plumajes caracteres de macho adulto. En las especies conocidas como Toledos, las hembras o juveniles muestran una cola con una proyección más larga en comparación con otro pípridos, pero en machos es aún de mayor tamaño, en la especie Chiroxiphila linearis, la cola del macho puede medir hasta 8 cm. Esta es producto de la elongación de las plumas centrales (rectrices).
Casi todos los pípridos de Costa Rica tienen el mismo tamaño (10 cm) independiente si son hembras o machos, a excepción del género Chiroxiphia (toledos) que, por la longitud de su cola los machos son más grandes. En estos últimos el tamaño va de 15 a 25 cm. Tanto las hembras de Chiroxiphia lanceolata (que tienen la cola más corta) como las de Chiroxiphia linearis, miden 15 cm.