En el Museo Nacional de Costa Rica, el Radar de Penetración Terrestre (GPR) se ha utilizado en diferentes monumentos arqueológicos en todo el país, lo que ha permitido conocer cómo se muestran las lecturas en los diferentes tipos de suelos y ampliar el conocimiento sobre la arqueología costarricense.

Un Radar de Penetración Terrestre (GPR, por sus siglas en inglés), modelo SIR-3000 de la marca GSSI y una antena de 400 mega Hertz, fueron donados al Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) a finales del año 2016 por parte de los hermanos Ricardo y Bernal Monge. El equipo fue entregado al Departamento de Antropología e Historia (DAH) para ser utilizado en las investigaciones arqueológicas.

Debido a la falta de experiencia en el uso del GPR y a su relativa novedad en el ámbito arqueológico nacional, se creyó necesaria la formulación de un proyecto de investigación que permitiera implementar esta tecnología en la arqueología costarricense. El objetivo del proyecto fue generar una base de datos que ilustrara el comportamiento de los diversos contextos arqueológicos ubicados en diferentes ambientes nacionales.

Trabajo realizado con el georadar en parte de la estructura hidráulica en el monumento arqueológico Guayabo.

Trabajo realizado con el georadar en parte de la estructura hidráulica en el monumento arqueológico Guayabo.

El GPR se ha utilizado en contextos ya excavados y en aquellos en los que se realiza excavaciones por primera vez, lo que permite hacer las comprobaciones pertinentes y construir capacidades para aprovechar al máximo el equipo especializado. Actualmente se está desarrollando la base de datos y, por medio de esta, se quiere fomentar el uso de metodologías no invasivas en las investigaciones arqueológicas (Brenes, De la O y Sánchez 2019).

Los métodos de investigación no invasiva toman fuerza día a día debido a que permiten la conservación de los contextos arqueológicos.

Entrega del equipo de GPR al Museo Nacional de Costa Rica

Entrega del equipo de GPR, a finales del 2016, por parte de los hermanos Ricardo y Bernal Monge a Rocío Fernández (derecha), entonces directora del MNCR, y Myrna Rojas, en ese momento a cargo de la jefatura del DAH (izquierda).

¿CÓMO FUNCIONA EL RADAR DE PENETRACIÓN TERRESTRE?

Para la recolección de los datos el equipo de GPR lanza ondas de energía en forma de cono las cuales rebotan en los materiales que se encuentran en el subsuelo; dependiendo de las propiedades físicas y químicas que estos presenten, se generan distintas reflexiones de la energía hacia el radar (Conyers 1997:32). La energía que rebota es recuperada por el radar y se puede analizar la distancia y profundidad de los elementos enterrados. Los datos recuperados se presentan de manera gráfica en radargramas donde se ven los “perfiles” del transecto recorrido, y en mapas de amplitud, mostrando todos los datos en una imagen de la cuadrícula estudiada, lo anterior según su profundidad.

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Diferentes partes del Radar de Penetración Terrestre (GPR).

El equipo está compuesto por una antena de 400 MHz que es la que emite energía, una rueda que calcula la distancia en el recorrido y la unidad de control digital que se encarga de la recolección de los datos.

TRABAJOS DEL MUSEO NACIONAL CON EL GPR

Como una primera etapa en este proyecto, se propuso la creación de una base de datos que ilustre la variedad de datos obtenidos mediante el GPR que evidencian los diferentes contextos arqueológicos ubicados en distintos ambientes a nivel nacional. Para lo anterior, se han realizado trabajos en las 3 regiones arqueológicas del país, en sitios con características variadas; desde sitios con arquitectura monumental como Guayabo, hasta sitios que se podrían pensar destruidos como El Viejo en Guanacaste.

El proyecto para la implementación del Radar de Penetración Terrestre se crea en el año 2019; sin embargo, desde el año 2017 se ha usado en diversas labores del DAH. A lo largo de este tiempo se ha podido trabajar en 10 monumentos arqueológicos, algunos visitados en varias ocasiones.

Los monumentos que se han visitado hasta la fecha son los indicados en la tabla n°1; de estos se ha visitado en repetidas ocasiones Finca 6 y Agua Caliente (Brenes 2019; Brenes 2020; Brenes, De la O y Sánchez 2019; Brenes, De la O y Sánchez 2020; Brenes y Sánchez 2020; Corrales 2018; Corrales, Sánchez y Brenes 2017; De la O, Brenes y Sánchez 2020; Solís, De la O y Sánchez 2019; Vázquez, Rosenswig, Buyantuev, Marx, Vargas y Brenes 2018).

Mapa de los sitios trabajados con el GPR hasta el año 2021.

La mayoría de las visitas a monumentos arqueológicos se encuentran ligadas a algún proyecto de investigación desarrollado y el uso del GPR se suma a la temporada de trabajo de campo; sin embargo, también se han realizado visitas con el único objetivo de utilizar el GPR y obtener datos de un contexto arqueológico en particular.

En algunos trabajos se ha aprovechado el criterio de oportunidad para realizar colaboraciones con profesionales de otras instituciones como la Universidad de Costa Rica (UCR) y con investigadoras independientes, así como apoyo a trabajos de investigación para la obtención de grados académicos.

Monumentos trabajados con el GPR hasta el año 2021.

Mediante el uso del GPR se han obtenido diversos resultados, tanto positivos como negativos en términos de evidencia arqueológica.

Núcleo arquitectónico Monumento Nacional Guayabo

Monumento Nacional Guayabo

Ingrese
Cuadrículas de GPR en sector norte Agua Caliente

Agua Caliente

Ingrese
Prospección de GPR en zona con esferas

Finca 6

Ingrese
Trabajo de campo con el GPR en El Viejo

El Viejo

Ingrese
Uso de GPR en isla Portillos

Otros Trabajos

Ingrese

CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS A FUTURO

El radar de penetración terrestre se ha incorporado con éxito en investigaciones arqueológicas. Su uso ha permitido detectar diferentes rasgos en varios monumentos, ya sean conocidos con anterioridad o desconocidos hasta ese momento, por lo que se ha demostrado la utilidad del equipo en diversos contextos arqueológicos y ambientes naturales. No obstante, también se han obtenido resultados negativos. En ocasiones se ha hecho difícil la interpretación de los datos recopilados, esto debido a la falta de experiencia en el uso del equipo. Así, siempre se hace necesaria la verificación de campo tal como lo sugiere Conyers (2012), no solo para tener la seguridad de lo que se observa, sino también para acumular más experiencia en su uso.

A pesar de que no siempre es posible hacer la verificación del subsuelo, no es recomendable tomar decisiones sobre usos del terreno basados solamente en los datos del GPR; siempre se necesita la comprobación de campo. Es decir, si se utiliza el GPR para hacer una evaluación de un terreno a fin de determinar si hay o no elementos de interés arqueológico, se deben hacer excavaciones en los puntos en donde el radar determinó anomalías, esto para asegurar si verdaderamente corresponden a elementos arqueológicos, modernos o naturales, por ejemplo.

El contar con esta clase de equipo tecnológico en una institución como el MNCR y en el DAH abre un abanico de oportunidades para su uso ya que dicho departamento siempre cuenta con proyectos de investigación en varios monumentos del país. Por lo tanto, la diversidad de contextos arqueológicos y ambientes en los que se puede utilizar el GPR es muy amplia.

Exploración con el GRP en el sitio El Viejo, Filadelfia, Guanacaste.

De esta manera, a futuro se espera utilizar el GPR en más labores del MNCR. Esto permitirá contar con una base de datos más sólida sobre cómo se comporta el GPR en los distintos contextos disponibles. Se espera, además, poder realizar más trabajos en colaboración con profesionales en arqueología de otras instituciones o que laboren de manera independiente.

Con una mayor experiencia y una base de datos más sólida, el uso del GPR facultará realizar investigaciones arqueológicas mediante métodos no invasivos permitiendo conservar el patrimonio cultural del país. De esta manera, se espera que a futuro se pueda planificar el muestreo del terreno con el GPR antes de efectuar excavaciones a fin de delimitar áreas de interés arqueológico con potencial para ejecutar metodologías invasivas.

Bibliografía

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FABIOLA DE LA O, ARQUEÓLOGA

Exfuncionaria del Departamento de Antropología e Historia
Museo Nacional de Costa Rica